Soneto XXIII
En tanto que de rosa y azucena ena 11 A
se muestra la color en vuestro gesto, esto 11B
y que vuestro mirar ardiente, honesto, esto 11B
enciende al corazón y lo refrena; ena 11 A
y en tanto que el cabello, que en la vena ena 11 A
del oro se escogió, con vuelo presto, esto 11B
por el hermoso cuello blanco, enhiesto, esto 11B
el viento mueve, esparce y desordena: ena 11 A
coged de vuestra alegre primavera era 11 era C
el dulce fruto, antes que el tiempo airado ado 11D
cubra de nieve la hermosa cumbre; umbre 11 E
marchitará la rosa el viento helado. ado 11D
Todo lo mudará la edad ligera 11 era C
por no hacer mudanza en su costumbre. Umbre 11 E
LOCALIZACIÓN
El poema que vamos a comentar es el Soneto XXIII del poeta y soldado Garcilaso de la Vega (1501-1536). Se trata de un poema moral, perteneciente a la lírica renacentista española. Probablemente Garcilaso lo escribió después de 1532, una vez llegado a Italia.
MÉTRICA
Nos encontramos ante un soneto, cuya estructura es ABBA ABBA CDE DCE. Se trata de un poema poliestrófico de origen siciliano que se introduce en España en el siglo XV (Mena, Santillana), pero que se aclimata por medio de Boscán y, sobre todo, por Garcilaso. Este Soneto XXIII, efectivamente, es paradigmático en este sentido, pues muestra un dominio absoluto de la técnica de versificación. Así, por ejemplo, podemos observar la presencia de una mayoría de endecasílabos comunes del tipo heroico (acentuados en 6ª y en 2ª) “En tanto que de rosa y azucena”.
CONTENIDO DEL TEXTO
La voz poética se dirige a una dama para aconsejarla que aproveche su juventud antes de que haga vieja (“coged de vuestra alegre primavera”).
En el primer apartado que ocupa los dos cuartetos, la voz poética describe a la dama siguiendo el tópico de la “descriptio puellae” y así, comienza describiendo sus mejillas sonrosadas (“rosa y azucena”), sus ojos que por un lado resultan atractivos sexualmente (“mirada ardiente”) y por otro son castos y puros (“honesto”), su cabello ondulado extraordinariamente rubio (“que en la vena del oro se escogió) y su cuello largo y elegante (“hermoso cuello, blanco, enhiesto”).
En la segunda parte, que ocupa el primer terceto, la voz poética anima a la dama a que aproveche la juventud (“coged de vuestra alegre primavera…”) antes de que la vejez agrie su belleza (“antes que el tiempo airado cubra de nieve…”).
En el tercer apartado, que ocupa el segundo terceto, la voz poética explica cómo actúa siempre el tiempo destruyendo la belleza y la juventud con rapidez (“todo lo mudará la edad ligera”) empleando otro tópico clásico, el “tempus fugit”.
TEMAS
El tema principal del texto es el carpe diem, que es el aprovechamiento de la juventud. Este tema se desarrolló en el Renacimiento debido a que mostraba una ideología antropocentrista que ponía la vida terrenal en el centro de las preocupaciones humanas.
Un tema secundario es el de la naturaleza, que aparece para compararse a los dones de la dama. Es una naturaleza bella y sugerente (“rosa”, “azucena”, “cumbre”, “nieve”). Esto se debe a que en el Renacimiento la naturaleza ya no es una fuerza hostil al hombre sino que el ser humano la comienza a dominar.
El otro tema importante es la propia mujer, pues se muestra el prototipo de dama renacentista (“donna angelicata”), que se describe de forma idealizada e hiperbólica. (cabellos como “oro”, mejillas como “rosa y azucena”, etc.) Esto se debe a la idealización de la mujer como más alta creación e intercesora con la propia divinidad
RASGOS DE ESTILO
Comenzaremos nuestro análisis señalando la figura más importante del soneto, sin cuya explicación el poema es incomprensible. En este sentido es fundamental el uso de la metáfora, que consiste en la utilización de un término literario para evocar un término real con al que se parece. Las diferentes partes del cuerpo de la dama son comparadas de forma sencilla con diferentes elementos naturales como forma de exaltar su belleza (rostro, “rosa y azucena”; cabellos, “oro” y “nieve”; cabeza, “cumbre”). También es la naturaleza el término real que se emplea para comparar los otros elementos de la alegoría presente en el poema (“viento”, tiempo; envejecer, “marchitará”; rosa, “juventud”).
La hipérbole (o exageración literaria) es también importante en el poema, pues sirve para exagerar las cualidades divinas de la dama (o donna angelicata), otro rasgo característico de la lírica italianizante que, siguiendo los postulados neoplatónicos, eleva la dama como medio de alcanzar la contemplación divina. Se trata por tanto de una dama perfecta moral y corporalmente y así su cabello dorado “en la vena del oro se escogió”.
Otro rasgo típico del Renacimiento es la imitación de la sintaxis latina. De ahí, la presencia del hipérbaton (que consiste en el desorden sintáctico) y así en el segundo cuarteto, en una oración cuyo sujeto sería “el viento”, sin embargo, aparece al final del mismo cuando el orden natural sería: “El viento mueve el cabello”.
También es importante la antítesis, que consiste en la contraposición de palabras opuestas. Esta palabra aparece mucho pues es la figura empleada para ordenar de forma equilibrada el texto. La armonía, la proporción y el equilibrio, elementos básicos del Renacimiento, se pueden apreciar en las antítesis “rojo/blanco”; “ardiente/honesta”; “enciende/refrena”, que buscan el equilibrio entre opuestos e intentan aunar en una sola persona, la “donna angelicata”, los rasgos carnales y espirituales propios de la misma.
Finalmente es reseñable la presencia de la aliteración, que es la repetición de sonidos en un mismo verso, como podemos ver en la presencia del fonema |s| y |t| en el segundo y el tercer verso “se muestra la color en vuestro gesto,/ y que vuestro mirar ardiente, honesto”. Esta regularidad rítmica y sonoridad son características de Garcilaso.
CONCLUSIÓN
Se trata de un importante poema de Garcilaso, que desarrolla el tópico de Horacio del carpe díem por primera vez en español y que se convirtió desde entonces en una de las obras de referencia para muchos poetas posteriores como Góngora, Quevedo o más modernamente Luis Alberto de Cuenca.