Escribo estas líneas desde Puerto Iguazú, en la provincia de Misiones de la República Argentina. Me ha parecido muy interesante reflejar en mi blog, un diario del viaje a este gran país, no porque se puedan extraer lecciones de pedagogía, pero sí por lo que se refiere a la Hispanidad y a la cultura hispana.
¿Por qué vamos a Argentina?
Argentina es una gran nación, un gran país con atractivos turísticos innegables. Buenos Aires, la Pampa, la Patagonia, Ushuaia y muchos otros lugares atraen a viajeros de todo el mundo. Pero no es la razón por la que nosotros viajamos aquí. Yo vengo aquí y ahora a este país, principalmente, por mi hija menor. Resulta que yo tenía muchos puntos acumulados en Iberia y tenía por ello derecho a viajar gratuitamente donde deseara. Y entonces se lo dije a mi hija menor (a la que le debía un viaje) y le dije que podía elegir el destino que desease. Y ella decidió Argentina. ¿Por qué? Pues porque le encanta el trap argentino y sus intérpretes. También le gusta la cumbia. Es una seguidora incansable, lo que se llamaría una fanática, de Emilia, Tini, Duki y otros tantos cuyo nombre no recuerdo. Y ellos son argentinos y su música está muy vinculada, lógicamente, a Argentina.
Las otras razones para venir a Argentina: la familia y la cultura
También resulta muy interesante para mí estrechar lazos con mi familia. Mi abuelo paterno era gallego. Nació en 1900 en Luseiro (junto a Sarria, Lugo) y emigró a Madrid para trabajar como albañil con doce años, donde nació mi padre en 1932. Mi abuelo tenía doce hermanos. El mayor de ellos, Siro, siguiendo la costumbre gallega, heredó la pequeña hacienda familiar y el resto se repartió. Seis fueron a Madrid y otros seis a la Argentina. De estos tíos-abuelos tengo contacto con dos primos de mi padre (David y Juan Manuel) gracias a mi prima Pilar, que es la nieta de Siro. Resulta curiosa la fuerza de la sangre, que es fácilmente visible en el gran parecido que tenía mi padre con el padre de Pilar (desgraciadamente ya fallecido) o con sus primos argentinos.
La tercera razón para viajar acá es mi pasión con todo lo que tenga que ver con la lengua española y con la Hispanidad.
En realidad viajamos a Argentina porque somos hispanos y hablamos en nuestra lengua común: el español
Si los cantantes argentinos cantaran en inglés, mi hija no tendría la afinidad que siente por ellos. Si mi familia no mantuviera durante cien años las raíces y la lengua española (supongamos que hubiera emigrado a Suiza) no podríamos comunicarnos con ellos con facilidad. Si yo no fuera español, no me interesaría la Hispanidad. En realidad, viajamos a Argentina por la fuerza de cohesión que supone nuestro idioma. Convendría que todo el mundo hispano reflexionara sobre esto y mantuviera con orgullo su origen.
¿Cómo se organiza el viaje a Argentina?
Lo organiza mi hija, aunque yo integro una ciudad en el recorrido: Córdoba. Me desentiendo de todo lo demás. Sí comienzo a seguir la política argentina durante los meses previos y estos coinciden con la victoria de Javier Miléi en las presidenciales. Una época diferente comienza para Argentina.
Vuelo IB 4658 de 10 de julio y llegada a Argentina
Vuelo placido. Un par de episodios de turbulencias, pero leves. Yo aprovecho para escribir un par de artículos para mi blog de oposiciones www.opolengua.com Llegamos sin novedad a Buenos Aires. Ya es de noche cerrada y es invierno. Hace bastante frío. Tras cambiar de forma errónea a un mal precio algunos dólares, salimos fuera del aeropuerto donde nos espera con un cartel Oswaldo, descendiente de leoneses de Bembibre, con doble nacionalidad y una hija viviendo en Barcelona. Tiene un hospedaje llamado La Polita que encontramos por booking y nos recoge en el aeropuerto y nos lleva a La Polita con su coche por diez dólares.
Oswaldo y sus impresiones políticas
Hablar con Oswaldo resulta muy interesante. Es un hombre reflexivo e inteligente. Habla muy despacio con un acento argentino muy marcado, aunque muestra su dominio del léxico español al preferir palabras españolas en vez de las argentinas como «coche». Además, en su conversación conmigo no vosea. Yo creo que lo hace como una muestra de hospitalidad y cortesía. Está muy informado sobre la política española y conversamos animadamente sobre los últimos acontecimientos. Yo, como es en mí habitual, no trato de mostrar y mucho menos de imponer mis ideas. Cuando viajo (y en la vida en general) me gusta dejar que las otras personas me muestren sus puntos de vista, pues los míos ya los conozco y de escuchar a los demás siempre se aprenden más cosas que de hablar uno mismo. Sigo esta máxima de nuevo y de sus palabras deduzco que es votante de Bullrich. Se lo sugiero y me lo ratifica. Es, por tanto, un hombre de derecha moderada. Apoya a Miléi aunque sus formas no le acaben de convencer.
Los barrios del trayecto
Estamos cerca del aeropuerto de Ezeiza. La barriada me recuerda a Estados Unidos en su disposición. Casas bajas, de una sola planta, todas diferentes. Trazado hipodérmico, escasa luminosidad. Nos han asustado mucho con la falta de seguridad en Buenos Aires. Este barrio parece humilde, pero tranquilo. Hay además bastante presencia policial en las calles. Esto es América, pero la América hispana, la de Ariel, la que reivindicaba Rubén Darío, no la anglosajona. Y pronto lo vamos a ver, con la cena.
Las mejores empanadas argentinas de mi vida
Llegamos al alojamiento. Tras dejar nuestras cosas y por pura cortesía (sin cobrarnos el desplazamiento), nos dice que nos lleva a algún sitio a cenar. Son las 21 horas y nos debemos levantar a las 4,30 para tomar vuelo hacia Iguazú al día siguiente, así que le digo que hemos pasado por un lugar cercano en el que he visto que hacían empanadas. Nos lleva allí. Se compran por docenas y elegimos entre mis hijas y yo las doce. Todo por diez mil pesos, menos de diez euros.
En la panadería, que tiene un horno y unas paellas donde calientan las empanadas, los empleados comentan con nosotros el desarrollo de la Copa América y la Eurocopa de fútbol. Una chica nos pregunta que por quién hincharemos el domingo en la final Argentina-Colombia. Mi hija menor, que es una fanática seguidora de la albiceleste, les dice que «¡por Argentina!» y ellos nos contestan que todos los argentinos hincharán por España contra Inglaterra en la final de la Eurocopa, que también es el domingo, aunque a las 16, según el horario argentino. Tras la compra, Oswaldo nos conduce al alojamiento. Me he comido en España cientos de empanadas argentinas hechas por argentinos. Nunca unas como estas. La masa, tierna, se deshacía en la boca. De pollo, de carne cortada a cuchillo, de provolone, en fin, todas. Deliciosas.
Viva la Hispanidad
Estamos aquí porque somos españoles y hablamos español. Estamos aquí porque en Argentina hay descendientes de españoles que hablan español, los intérpretes del trap argentino. Estamos aquí porque nuestra familia es muy grande y ha mantenido los lazos durante más de un siglo. Si todas estas cosas no fueran así, no estaríamos aquí. Así que solo nos resta decir: viva la Hispanidad.